Se acerca la posibilidad de poseer una «capa de invisibilidad«. Un grupo de investigadores de la Universidad de Texas han conseguido, utilizando un tejido de metamateriales plasmónicos, hacer invisible en el rango de las microondas un tubo cilíndrico de 18 centímetros.
Es la primera vez que se consigue hacer invisible un objeto tridimensional fuera del laboratorio, y además la invisibilidad se hace patente desde cualquier posición en la que se sitúe el observador.
El método utilizado ha sido el «encubrimiento plasmónico«, que consigue que cuando un rayo de luz incida sobre la «capa plasmónica», los campos de dispersión de ésta interfieren con los del objeto que se va a hacer invisible, de manera que se anulan mutuamente y tiene lugar un efecto de transparencia total.
Esta transparencia funcionó especialmente bien utilizando la frecuencia del haz de microondas a 3’1 gigahercios.
El siguiente paso, según el equipo de investigación, es conseguir el mismo efecto de invisibilidad en un rango de luz visible que podamos percibir a simple vista.
En cuanto a las aplicaciones prácticas que podría tener este descubrimiento, lejos de las fantasías de cualquier mortal común, se dirigen en principio hacia los avances científicos:
«Estamos investigando la aplicación de estos conceptos para ocultar, en las frecuencias ópticas, las puntas de los microscopios, algo que sería extremadamente beneficioso para los trabajos en el campo de la biomedicina», afirma el profesor Andrea Alu.