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Canadá, China, comunidad internacional, Durban, EEUU, Greenpeace, Peter Kent, protocolo de Kioto, Stephen Harper
Tras la última cumbre sobre el cambio climático en Durban, Canadá se ha convertido en el primer país del acuerdo en declarar que abandona el protocolo de Kioto firmado en 1997. La decisión fue anunciada al día siguiente de la reunión en Sudáfrica por el primer ministro conservador Stephen Harper, alegando que a su país le es imposible solventar la multa que acumularía a causa del incumplimiento de la normativa de protocolo en materia de emisiones contaminantes.
El Ministro de Medio Ambiente canadiense, Peter Kent, alegó que, para cumplir con los compromisos que asumió firmando el tratado, su país debería retirar durante un año «todo tipo de vehículo» de sus carreteras o tendría que eliminar la calefacción de todos sus edificios, ya que, de lo contrario, la multa ascendería a 14000 millones de dólares. «Ese es el coste de Kioto para los canadienses», dijo Kent.
Esta situación insostenible viene dada también por el hecho de que, si Canadá cumpliese con lo tratado, le sería imposible a la vez mantener el desarrollo de su actividad petrolífera concentrada sobre todo en la provincia de Alberta. Canadá tiene la segunda mayor reserva de crudo del mundo, por detrás de Arabia Saudí, y desde que el gobierno conservador llegó al poder, hizo evidente su intención de acelerar su explotación.
Otro de los motivos por los que el país ha rechazado su pertenencia al Protocolo de Kioto es éste no incluye a los dos mayores emisores contaminantes del planeta: China y EEUU, por lo que el tratado «no puede funcionar».
La respuesta de la comunidad internacional ante el conocimiento del anuncio ha sido de decepción e indignación. Keith Stewart, de Greenpeace, ha declarado que la decisión de Canadá es «una desgracia» y «un insulto a los países en desarrollo», ya que,a un siendo uno de los países más ricos del planeta, no cumple con este compromiso necesario para todos.
A continuación, un vídeo sobre las declaraciones de China ante la decisión canadiense:
Fuentes:
– abc.es